No se trata solo de saber mucho, sino de cultivar los valores que quieres ver a tu alrededor.
El entrenamiento práctico es importante en la vida porque, junto con habilidades específicas, nos permite mejorar en nuestra profesión específica. Pero lo que le da verdadero significado a lo que hacemos es la educación en valores y un buen corazón.
Este tipo de educación nos proporciona una visión más humana de la vida. La forma en que vivimos e interactuamos en el mundo es la evidencia de nuestras creencias y valores. Sin una educación integral de la persona en su totalidad, incluso si tiene un título académico de alto nivel, las creencias y los prejuicios falsos pueden impedirnos vivir en sintonía con la realidad.
En nuestra vida cotidiana, incluso si nada parece cambiar a nuestro alrededor, si cambiamos, todo cambia. Los cambios dentro de nosotros nos llevan a ver nuevas posibilidades y, de alguna manera real, a efectuar un cambio en el entorno que nos rodea.
Es cierto que la formación humana integral comienza con el amor y se basa en él. No es simplemente una cuestión de inteligencia o saber mucho. Tiene que ver con ser una gran persona, sin perder un sentido constructivo crítico y de discernimiento, sino de dar prioridad a nuestros valores en la vida. Aquí es donde comienza el verdadero significado de la vida.
El entusiasmo puede ser contagioso, y también lo puede ser una perspectiva negativa. La nobleza es contagiosa, y también lo es el cinismo. Si queremos un mundo impregnado de valores, debemos cultivarlos; no hay otra manera. ¿El mejor lugar para comenzar? Nosotros mismos. Las siguientes cualidades elevan nuestras vidas y garantizan una vida llena de significado que se contagiará a las personas que nos rodean:
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Confianza en uno mismo
En la medida en que aprendamos a confiar en nosotros mismos, aprenderemos a confiar en los demás.
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Esperanza
Podemos esperar porque tenemos fe y somos alimentados por una perspectiva espiritual que estimula todo lo que somos y hacemos.
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Amor
El amor nos da la capacidad de transformar nuestro dolor y sufrimiento en la voluntad de vivir, progresar y amar más. Una vida estimulada por el amor es un signo de un abrazo continuo e intencional de la felicidad.
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Ganas de aprender
Podemos aprender mucho de los errores si los enfrentamos con una actitud positiva y un realismo saludable. Lo importante es reflexionar sobre nuestros errores y llegar a conclusiones concretas y prácticas que nos ayuden a mejorar en todos los aspectos de la vida.
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Actitud positiva
Si comenzamos el día levantándonos cada mañana con una actitud positiva, comunicaremos esta perspectiva a los demás. Nuestras actitudes no siempre cambian los problemas porque la realidad existe independientemente de nuestras percepciones, pero lo que podemos cambiar es la perspectiva con la que las enfrentamos.
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Visión del futuro
Cuando ejercemos el esfuerzo y la determinación personal, cada uno de nosotros tiene la oportunidad única de cambiar las cosas, mejorar y fortalecerse. Permítanos perseguir el futuro que deseamos y no contentarnos con los resultados y la vida que otros podrían imponernos. La vida es un regalo que es más grande que todos los obstáculos en nuestro camino.
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Integridad
Es fundamental que “andemos la caminata” y no simplemente que “hablemos”, para predicar con nuestro ejemplo y cumplir nuestra palabra. Solo las palabras acompañadas de hechos tienen un peso real.